La Justicia dispuso la revocación de la libertad a prueba que se le había otorgado a M.S.I.A., de 41 años, quien registra antecedentes por violencia doméstica. La medida incluyó su inmediata detención para que cumpla el tiempo pendiente de su pena en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
El hombre había sido condenado el 20 de noviembre de 2025 a ocho meses de libertad a prueba por “un delito de violencia doméstica especialmente agravado en reiteración real con reiterados delitos de desacato agravado”. Sin embargo, incumplió de manera reiterada las obligaciones impuestas y, según la denuncia, intensificó el hostigamiento hacia su expareja, una mujer de 38 años.
La víctima había denunciado el 30 de setiembre que el acusado, consumidor de pasta base, volvió a mostrarse agresivo, ocasionó destrozos en la vivienda y había recordado episodios previos de violencia física.
Desde su formalización, la víctima recibió numerosas llamadas y mensajes, lo que evidenciaba un acoso constante. La situación se agravó cuando el hombre se presentó en el nuevo domicilio de la mujer, poco tiempo después de su mudanza.
El hostigamiento continuó incluso mientras la víctima prestaba declaración en la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y Género de Santa Lucía. En ese momento, el condenado le remitió fotografías de un objeto cortante y otra en la que aparentaba haberse provocado lesiones, además de advertirle que iría a su domicilio.
Debido al grave incumplimiento de las disposiciones, el juez letrado de primera instancia en lo penal de Ejecución y Vigilancia de Canelones, de 2.º Turno, Dr. Bueno, resolvió revocar la libertad a prueba, ordenar su detención y disponer que la pena remanente sea cumplida de forma efectiva.
Asimismo, se coordinó que, antes de su ingreso al INR, el hombre sea evaluado por un psiquiatra del ITF (Instituto Técnico Forense).