Este sábado, un vecino que recorría su predio rural entre Sauce y Toledo, en Canelones, se topó con una inquietante escena: al asomarse a un pozo, divisó una mochila y un par de zapatos flotando.
El hallazgo fue comunicado de inmediato a la Policía, que se presentó en el lugar y localizó allí el cuerpo sin vida de un joven.
El pozo se encuentra en una zona cercana al kilómetro 27 de la ruta 33, donde el viernes tuvo lugar el asesinato del agente de la Guardia Republicana Antony Carballo, de 29 años. La Fiscalía de Toledo investiga si el cuerpo corresponde al segundo delincuente que participó en el intento de rapiña contra Carballo y que se había dado a la fuga tras el enfrentamiento.
Según los primeros reportes policiales, el agente, que estaba de civil, fue abordado por dos individuos que intentaron robarle la moto. Uno de ellos portaba un arma y usaba pasamontañas. Carballo respondió al ataque, se produjo un tiroteo y ambos resultaron muertos. En el lugar se incautaron dos armas, dos motos y se identificó al delincuente abatido, un joven de 23 años con antecedentes penales.
El Ministerio del Interior confirmó el fallecimiento de Carballo y señaló que la investigación continúa en curso. La Fiscalía había dispuesto para el sábado tareas de rastrillaje en zonas cercanas a la escena del crimen, precisamente para dar con el cómplice fugitivo.